Llevo casi cuatro anhos en el mundo de la fotografía, un suspiro vamos, pero me he acostumbrado tanto a buscar, leer e informarme sobre temática en este campo que puedo decir que ya soy un freaky más. Pero no un freaky cualquiera, ya que no comparto del todo la parte estúpida de la
lucha o batalla de los megapíxeles, esa carrera extranha que los lectores de foros, acaudalados ninhos de papá y demás profesionales del terreno se traen entre manos, intentando ser el primero en poseer la tecnología que se obsoleta cada 3 segundos, como la memoria de un pez. ¿Y para qué? Pues para desechar una cámara que poseen y que aun funciona, y cambiarla en menos de un suspiro por una nueva que ha salido hace un día y que revoluciona los 5 minutos de gloria que tendrá en el planeta de los gadgets. ¿Aun no se dan cuenta que son solo maniobras del marketing? Ventas, ventas, lo único que importa para la gran casa Canikon. Leed
este articulo, ponedle musica de circo y os dareis cuenta de lo que digo, parece una carrera de Alonso en el Formula-1.
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Continúa)